VENTRESCA DE BONITO FRINSA. De la lata o para cocinar

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FRINSA DEL NOROESTE, RIVEIRA (A CORUÑA). Con su majestad la almeja o los berberechos de la Ría de Noia, la ventresca de bonito Frinsa —del norte y en aceite de oliva— es uno de los productos que la marca gallega de conservas gourmet ofrece en sus establecimientos de Riveira, Madrid, Bilbao, Murcia, Valencia o Alicante —La Conservera— y también en su tienda online. Envasada en trozos enteros, sin filetear, con el peculiar carácter graso de ese corte, es suavemente gelatinosa y tiene un sabor amablemente intenso.

ventresca-de-bonito-y-greentallarin-diario-de-un-glotonLa ventresca de bonito Frinsa puede tomarse tal cual —directamente de la lata— o en una ensalada de tomate, con un buen vino rosado. Pero cocinar con conservas o “tunearlas” es tendencia y una magnífica idea es la del estrellado Pepe Solla: servirla sobre pesto con unos tallarines de calabacín, cortados con mandolina, escaldados en agua hirviendo y aliñados con el aceite de la lata. También hay recetas de Ángel León o Pepe Rodríguez en la web de Frinsa. Las conservas de pescado en aceite, como la ventresca de bonito Frinsa, tienen una capacidad de envejecer comparable a la de los buenos vinos.

ventresca-de-bonito-frinsa-diario-de-un-glotonBonito del norte en aceite de oliva
Lata de 120 g (escurrido, 80)
PVP: unos 8 €